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domingo, 25 de septiembre de 2011

Smile ;)

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida antes de que el telon baje y la obra termine sin aplausos.



¡ SONRÍE ! Pero no te escondas detrás de esa sonrisa, muestra aquello que eres, sin miedo.

sábado, 24 de septiembre de 2011

¿Saber vivir?



Hay veces en las que todo se vuelve oscuro para tí. Tu vida se convierte en un agujero negro que absorbe completamente tu felicidad. Intentas tirar para adelante, pero te das cuenta de que no es tan fácil. Sientes que el mundo se te cae encima y estás solo. Te preguntas quién eres en realidad y qué estás haciendo con tu vida.
Te apartas de todos los que te rodean.
Te miras en el espejo y lo único que puedes ver en el reflejo es a un desconocido.
Vas cayendo poco a poco en la rutina. Estás harto de tanta monotonía y quieres cambiar, correr, huir.
Sientes empatía hacia todo.
Tu vida se va convirtiendo en un asco.
Pero para todos sigues siendo el mismo de siempre. Creen que no tienes problemas porque siempre estás sonriendo y actúas como si nada te importase.
Siempre te preguntan "¿Qué tal?" y tú te dedicas a responder un "Muy bien" con una sonrisa en la cara.
Lo que nadie sabe es que esa sonrisa es falsa. Que te has vuelto un mentiroso. Pero, ¿qué necesidad hay de decir que te encuentras mal? Eso solo conllevaría a que los demás se vieran obligados a preocuparse y a preguntar por qué, haciendo ver que les importas aunque en realidad solo seas otro chico más para ellos.
Cada mañana luchas por levantarte con pensamientos positivos. Te intentas auto convencer diciendo "hoy será un mejor día".
Pero no lo es.
Es como otro cualquiera. Ves a las mismas personas, haces las mismas cosas y te sientes igual.
Los demás no tienen la culpa de que te sientas solo. Después de todo eres tú el que no te dejas ayudar, el que no deja que sus verdaderos sentimientos y preocupaciones salgan a la luz.
Tu habitación, las únicas cuatro paredes en las que te sientes seguro y puedes llorar, desahogarte. Pero lo mejor de todo es que nadie puede verte.
Puede llegar a ser muy gracioso el estar hablando con alguien a través de un ordenador y parecer contento. Es muy fácil poner un "jajaja" mientras las lágrimas no dejan de resbalar por tus mejillas.
Y piensas lo ingenua que es la otra persona. Después de todo, ella es feliz al otro lado de la pantalla pensando que tú también lo eres.
Te planteas si estás siendo o no hipócrita.
No, definitivamente no. Es tu vida privada y los demás no tienen por qué saber tus problemas.
Te sientes agobiado por todo e impotente a la vez.
Te desvaloras y te deprimes.
Tu situación en casa no es muy distinta a la del instituto. Oyes gritos a cada momento.
Reproches por un lado, presiones por el otro.
Esperan de ti algo más de lo que tú jamás podrás llegar a hacer.
A pesar de todo, luchas cada día por ser quien los demás quieres que seas y hacer lo que los demás quieren que hagas.
¿A quién pretendes engañar? Eso no es vida, pero tal vez el problema es que nadie se ha molestado nunca en mostrarte qué es vivir de verdad.

Ante todo, perseverancia.

Soy consciente de todo lo que hago, de todo lo que pienso, de todo lo que digo y de cómo actúo. Siempre, y repito, siempre, tengo presente todas las consecuencias que me puede conllevar cualquier acción. A veces sé que pueden ser buenas, y otras veces malas. Y cuando hablo de malas, me afectan única y exclusivamente a mí. Pero se acarrear con esas consecuencias, admito que cometo errores, que me provocan el más profundo de los dolores. Sé que es mío, es algo que no me puede quitar nadie. Porque si algo he aprendido hasta hoy, es que mis alegrías son mías e incluso de unos cuantos, pero mis penas, esas, esas son las únicas que nadie comparte conmigo, mías, y de nadie más, mi única y exclusiva propiedad privada. Pero ante todo, perseverancia.